
FIRME LA CAJA, POR FAVOR
Hace ahora unos cuatro años me contrató una startup especializada en tecnología de firma online y el reto que me pusieron fue diseñar un plan de marketing dirigido a convencer a los abogados de la bondad y utilidad de introducir su herramienta en sus procedimientos de contratación. Era realmente un gran reto, pues los abogados, entonces, no confiaban en este tipo de tecnología, esencialmente por su convencimiento de que en caso de que surgiera un conflicto, los jueces no otorgarían validez legal a ese tipo de firma, y eso que, ya en esas fechas, había una normativa europea que sí le otorgaba esa plena validez. Pero un abogado no se arriesga, salvo que sea realmente necesario, pues está en la esencia de su profesión mitigar riesgos y evitar daños a su cliente y, en su opinión, a falta de suficiente jurisprudencia en ese sentido, los jueces no estaban aún por la labor.
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