
INTELIGENCIA ARTIFICIAL: LUCES Y SOMBRAS PARA EL SECTOR LEGAL
La pasada semana escribí un artículo para el blog de la Mutualidad de la Abogacía, en el que hablo sobre la Inteligencia Artificial y cómo afecta a los ciudadanos y a los profesionales del Derecho y en el mercado laboral.
En resumen, destaco:
«El potencial de este tipo de tecnologías es inmenso y, aunque su futuro está en parte por definir, ya puede vislumbrarse su impacto en el Derecho y en las profesiones jurídicas. Como juristas debemos prepararnos en todas las esferas de nuestras vidas: como ciudadanos, como clientes y como profesionales del sector legal.
El término inteligencia artificial (IA) se atribuye a los sistemas de software capaces de realizar tareas desempeñadas por el ser humano, como distinguir objetos visualmente o adoptar decisiones. Así, bajo estas siglas se encuadran tecnologías de diferente naturaleza, como machine learning, deep learning, reinforcement learning, redes neuronales, data analytics o data mining, pero también los drones, los robots industriales o las prótesis robotizadas.
No se trata de una disciplina tan joven como quizás pensamos, pues su nacimiento se remonta a la década de 1950. Sin embargo, el apasionante avance tecnológico de la IA de los últimos años, su gran impacto social y económico, se ha producido gracias a los desarrollos del hardware y al aumento exponencial de la capacidad de las computadoras para tratar ingentes cantidades de datos.»