¿NOS AYUDA A LOS ABOGADOS SER TAN BIEN HABLADOS?

¿NOS AYUDA A LOS ABOGADOS SER TAN BIEN HABLADOS?


Rojas Marcos dio una entretenida conferencia hace un par de semanas a los miembros de la asociación de antiguos alumnos de ESADE. En el marco de la misma dijo algo que me divirtió y creo tiene, mucho de cierto: “en medicina nos gusta ponerle a las cosas nombres que los demás no entienden, así podemos cobrar más”. Inmediatamente saltó mi chip jurídico, ese que me hace ver cómo algo que se afirma se haría o aplicaría a nuestro sector y me di cuenta que por lo general a nosotros los abogados también nos gusta ponerle nombres raros a las cosas y pensé sobre las razones que nos llevan a ello: ¿lo hacemos también para cobrar más? o ¿para parecer más cultos ante nuestros clientes? o ¿porque nuestra educación universitaria nos ha llevado por ese derrotero? o ¿para que el cliente no nos entienda y así le resulte más complicado evaluar realmente si le hemos o no prestado un buen servicio? o ¿por otras razones que no me he imaginado y que nos llevan a complicar tantas veces los mensajes que lanzamos?

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